El día tres de mayo por la mañana cogimos el tren hacia Osaka-Shin y, una vez allí, cogimos el Shinkansen hacia Hiroshima. En tres horas llegamos y, después de dejar las maletas en nuestro hotel, el crecio, muy cerca de la estaca, de tipo occidental, típico de tres estrellas, fuimos en tranvía a ver el Parque de la Paz y el Museo de la Bomba Atómica. Volvimos ya de noche, caminando, y nos sorprendió mucho el ambiente dinámico y moderno de la ciudad.
Hiroshima es la capital de la prefectura de Hiroshima, situada en el delta del río Ota. La ciudad se muy bien plana y tiene una población un poco por encima del milico de habitantes.
Hiroshima fue el escenario del primer bombardeo atómico de la historia, el día 6 de agosto de 1945, por la aviación de Estados Unidos.
Este acto bélico fue ordenado por el presidente Truman con la intención de adelantar el final de la guerra y obtener la rendición de Japón. Produjo la muerte inmediata de unos 120.000 japonesas, la mayor parte civiles, y más de 300.000 heridos. Los efectos biológicos y anatómicos perduran aún en nuestros días en la población de la zona.
La verdad es que lo utilizamos como base de operaciones para llegar a Miyajima, pero nos sorprendía en las escasas horas que estuvimos, a parte de todo el memorial d ella bomba atómica, su modernidad y dinamismo.
