El día 4 de mayo, a la mañana, desde la estación central de Hiroshima, cogimos el tren hacia Miyajima Machi y el ferry hacia Miyajima. Dejamos la maleta grande en la consigna de la estación de Hiroshima, para no hacer el viaje con la maleta. Al llegar a la estación de tren de Miyajima Machi hay que hacer un recorrido a pie de unos 300 metros hasta el puerto donde un ferry nos lleva, en unos 20 montos, a la isla de Miyajima.
A medida que nos aproximábamos se iba pareciendo el impresionante torii rojo que nos daba la bienvenido desde el centro de la bahía, emergiendo del mar.
Miyajima es un pequeño y pintoresco pueblo en al isla de Itsukushima. Su población es un poco superior a las 2000 personas. Por la mañana desembarcan los turistas en oleadas que llegan en los ferrys, pero vale la pena quedarse a dormir, pues con la puesta del sol, la población se vacía de turista y queda una sensación digna de ser vivida.
En Miyajima, además, se encuentra el santuario de Itsukushima, con su famoso torii que emerge de océano i queda al descubierto cuando baja la marea. También encontramos el impresionante templo Budista de Daishoin, la pagoda de cinco pisos de Gojunoto y los templos de la montaña Misen, donde se accede por teleférico. Al monte Misen no subimos por la gran cola que había en el teleférico.
El conjunto consiste en varias construcciones diseminadas en la montaña. Estos edificios, que han sido reconstruidos varias veces, constan de un Santuario Principal y varios templetes subsidiarios, conectados por caminos o galerías.
El pico más alto de la isla es el monte Misen (530 m) al cual se puede acceder por teleférico. En su cima, podemos encontrar monos y ciervos que habitan en el lugar. Los ciervos en la isla son considerados como animales sagrados y loa podemos encontrar por cualquiera de sus calles. Optamos por pescindir de la visita la Monte Misen por la gran cola que presentaba y que nos hubiera llevado a perder todo el dia.
